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lunes, 4 de abril de 2011

We are all one . Somos uno, somos una sola familia

Somos uno, somos una sola familia.
Aún estamos a tiempo de despertar y tomar conciencia.
Dejen que salga el sol, dejen que llegue el amanecer, es el tiempo del regreso de los hombres sabios.

sábado, 26 de marzo de 2011

sábado, 22 de enero de 2011

Migración de renos en Noruega

En algunas zonas de Laponia y Noruega se practica un verdadero pastoreo de los renos, a los cuales se conduce a los pastizales de montaña en verano, para llevarlos de nuevo al llano durante el invierno.


Helene, una joven del norte de Noruega, lidera la migración dramática de 3.000 renos a través de 2  1/2 km de agua, en busca de pastos nuevos.
No dejen de verlo, es muy emocionante.

domingo, 16 de enero de 2011

pequeña orquesta reincidentes



A modo de homenaje a esta banda de músicos que se disolvió hace ya varios años, van algunas letras de sus muy lindas canciones...

MIGUITA DE PAN

Miguita de pan en la grieta,
contame del vino que se derramó en el descuido
y contame de todo lo que, como vos, se derrumbó.

De la sal y el orégano,
del azúcar y el parmesano,
de la harina y la tierra,
las semillas del putaparió.

DESCONSUELO

Desconsuelo. Lo que dice el río con este vaivén.
¿Por qué no puedo olvidar tu risa?
Me persigue torturando en sueños como maldición.
Hoy que no estás aquí estás más que nunca.

Dice el río que la lluvia, el viento, las ramas, el sol,
extrañarán vernos andar su orilla.
Dice el agua (¿qué dice el agüita?) ¿quién le peinará el cabello de cristal?
si tus manos no tocan más su pelo...

Y dice el río que en el pedregal
él cuidará de nuestro amor por siempre,
y qué si vuelves él lo cuidará
y correrá tranquila la corriente.

SIEMPRE

Solos yo y la cafetera.
Y el reloj, que apagué a las seis,
y te dejé dormir.
Me molesta el eco de tus reproches y me voy.
El maletín y la corbata y salgo a yugar,
y a calmarme un rato de estas cosas,
y a olvidar, y a no olvidar...

Si ha sido el gas, o la canilla, o alguna hornalla
o algún papel que me detuvo al caminar.
Llego a la esquina y no sé qué es, hago una lista en la
cabeza: los bolsillos y el pañuelo,
y está todo y algo falta. Paro en la puerta y ya sé...
Siempre dar, siempre dar... dos vueltas más de llave!
siempre, siempre, siempre dar, dos vueltas más.

Salgo por la misma fila de baldosas
y cuento hasta diez
y vuelvo a sentir
que algo falta.
Entonces vuelvo a revisar en la cocina
o en el cuarto y te veo dormir.
Y creo que se me olvidaba un beso,
un beso igual, a los de siempre.

BLANCO Y AMARILLO

Cuatro años después
estoy esperando el teléfono en un bar,
y vos entrás decidida y te sentás. Pedís un café.

Se te ve muy bien.
Remera blanca y amarilla a rayas.
Busco el piso y no encuentro qué decir, igual no me ves.

El sol te aclara el pelo
como en la almohada de tu casa, como tu remera:
blanco y amarillo.
Como tus cartas de papel y limón.
Como el arroz al curry,
las toallas del hotel,
las monedas de un peso y tu dolor:
de yodo y algodón.

Peste, y peste, y alcohol.
Me acuerdo de una bolsa de papel,
tu espalda y mis secretos de doctor te hacían dormir.

Ay, te vuelvo a ver, y todo se desnuda,
y yo me pregunto si quedaba algo más por dar
si yo no doy más. Si no dí más.

Mi turno y llamo al fin. Hay que ir, están los fierros y el camión.
Me desespero y cuelgo y ya lo sé, que oy a dudar.
Trato de no pensar, trato de no pensarnos
ahora que salgo corriendo al filo, al temblor
o a hacerme matar.

letras: Juan Pablo Fernández